Hacia la victoria sobre el cáncer
En la actualidad el cáncer es una de las principales causas de mortalidad en el mundo y sobre todo en los países desarrollados, en donde los grandes avances higiénico-sanitarios han desterrado casi en la práctica a los libros de historia esas mortíferas pandemias que llevaban asolando a la Humanidad desde que nuestros antepasados pusieron en marcha la famosa revolución neolítica, para algunos quizás el mayor error de los muchos que ha cometido el homo sapiens. Y a la vista de los datos, hay buenas noticias en la lucha contra el cáncer.
En las sociedades occidentales, en donde la calidad de vida y las medidas higiénico-sanitarias han disminuido más que significativamente la mortalidad asociada a procesos infecciosos, el cáncer se ha convertido en una de las principales causas de mortalidad. Así por ejemplo en EEUU los procesos tumorales son responsables del 22% de las defunciones, a muy poca distancia de la principal causa de muerte de los estadounidenses, el fallo coronario (23% de las muertes anuales).
Así durante el periodo estudiado en mujeres se ha venido produciendo una disminución más o menos gradual en el número de muertes por cáncer por cada 100.000 habitantes (salvo en el periodo comprendido entre la década de los 80 y finales del siglo pasado) que han permitido que la cifra de mortalidad del 2015 sea alrededor de un 25% inferior a los datos relativos a 1930.
Por el contrario, la mortalidad asociada a tumores en varones fue aumentando progresivamente hasta ser un 68% mayor en 1990 con respecto a 1930. Después se produjo un cambio de tendencia que llevó a una disminución acumulada del 28% en 2015 respecto al pico de 1990. Aun así la mortalidad en varones estadounidenses en 2015 sigue siendo un 21% más alta que en 1930. ¿Y cuál es la causa de este más que curioso fenómeno? ¿La diferente genética entre sexos? ¿Qué los antitumorales son más efectivos en mujeres? Pues no, estas diferencias ligadas al sexo tienen una explicación mucho más prosaica.
En resumen, teniendo en cuenta la más que importante contribución del cáncer de pulmón a la mortalidad y que el tabaco es también un factor de riesgo más que relevante en otros tipos de cáncer como el colorrectal, las políticas encaminadas a la disminución cuando no a la erradicación de tan letal drogadicción serían una de las medidas más efectivas en la siempre compleja lucha contra el cáncer.
Comentarios
Publicar un comentario